Caminaba siempre erguido, con la cabeza bien alta, y miraba siempre de frente, te traspasaba. A los 17 años Tito era el hombre de mi vida, y digo el hombre porque para mí entonces él era distinto, serio, muy serio, solitario, ajeno, siempre con las manos en los bolsillos, caminaba despacio, y miraba, siempre al pasar miraba. Era mi estrella de cine, y cada tarde a las ocho le esperaba en un banco de la plaza. Primero el corazón se me salía sólo con imaginarme que daría la vuelta a la esquina, y contaba los minutos eternos, temblando, esperando sus ojos, y luego llegaban, y se quedaban en los míos tres segundos, y yo volaba, hasta mañana. Así pasó aquel invierno y un día su mano rozó mi mano, y sin habernos hablado nunca me siguió al callejón oscuro, qué guapa eres me dijo al oído, muy cerca, y nos besamos, nos devoramos, como dos locos que supieran de antemano que no iban a tener más tiempo, que ese momento, ese día, estaba hecho sólo para ellos.
Nunca más volví a la plaza, nunca más nos encontramos, y hoy Tito se ha ido y a mí me parece verlo, entre aquellos soportales, apoyado en la columna y buscando con los ojos nuestros besos.
jueves, 29 de octubre de 2009
martes, 27 de octubre de 2009
lunes, 26 de octubre de 2009
miércoles, 21 de octubre de 2009
ENSÉÑEME A BAILAR
La vida es un problema. Sólo la muerte no lo es. Vivir es liarse la manta a la cabeza y buscarse problemas.
Usted lo tiene todo menos una cosa, locura. Y el hombre tiene que estar un poco loco, sino...si no nunca se atreve a cortar la cuerda y ser libre...
ENSÉÑEME A BAILAR!!
- Que dios nos ayude...¡y el diablo también!
Usted lo tiene todo menos una cosa, locura. Y el hombre tiene que estar un poco loco, sino...si no nunca se atreve a cortar la cuerda y ser libre...
ENSÉÑEME A BAILAR!!
- Que dios nos ayude...¡y el diablo también!
miércoles, 14 de octubre de 2009
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